marzo 30, 2008

Sur

Doy un gran salto y salgo corriendo hasta la hamaca que esta cerca de la ruta. El vaivén me deja ver una vez más bien arriba , como si no bastara me balanceo de pie hasta que los palos que la sostienen clavada a la tierra parecen querer salir caminando. Ahora voy frenando tirada para atrás con el pelo que apenas acaricia el suelo, con la idea de colgarme así boca abajo, pero por mas tiempo y en la trepadora amarilla. Colita enroscada me hace compania con los ojos cerrados.
La línea de horizonte se mueve a ritmo pendular. Como polos opuestos reclaman igual protagonismo los cimientos de la prefabricada y la linea de pinos que dan a la ruta. Por fin mi cuerpo queda quieto, en falso equilibrio.
Las orejas frias dejan entrar una voz sincopada con el viento. Bajó la luz. Algunas matas pasan rodando en viaje vertiginoso vaya a saber una persiguiendo que final, quizás sólo persiguiendo la propia muerte.

1 comentario:

algonomade dijo...

bueno recien se me va el vertigo de amacarme despues de tanto tiempo, que bueno. el cuerpo quieto en falso equilibrio y una voz sincopda... me encanto... gracias,beso...