marzo 30, 2008

pajaros

los monjes pajaros no pisan el suelo
mis pájaros están posados sobre una cuerda
que el viento no mece hace tiempo
y mis brazos como alas de grulla
espantan posibles amores
esta noche no quiero saber
a que se dedicaba el padre de estela raval
quiero noches estelares
ravales
quizas aprendi mal la receta
y mis plegarias no sean suficientes
vestida de golondrina
duermo entre sueños y males ajenos.

quietud

el pasado que interrumpe mi ahora
me dice que me extraño

mis ovarios sueltan óvulos a la tierra y los dejo ir
habrá algún hijo que elija reencarnar en mi vientre?

se que no voy a sentir la muerte
debe ser similar a esta quietud de años.

He vuelto

He vuelto
de donde?
no sé
algo cambió
un golpe en mi cabeza
el impacto
pasó pero lo siento ahora
atrapada en estos huesos que duelen
y se quejan
atrapada bajo una capelina liviana de tela panamá

asi miro este sol
desde adentro.

vecino

emplazada en el primero c
observo tus escasos movimientos
los pájaros comparten la coreografia de todos los dias

tras las rejas encerras toda posibilidad de salida
tras mis rejas copio tus pasos en espejo
hago zoom en tus decepciones
y me alejo para rodearte del mundo

algun dia me saludarás amigo de la quietud?
cuando escucharé tu verdadera voz?

lo único vivo es el árbol que nos separa
y esta secreta esperanza que guardo de rescate.

Sur

Doy un gran salto y salgo corriendo hasta la hamaca que esta cerca de la ruta. El vaivén me deja ver una vez más bien arriba , como si no bastara me balanceo de pie hasta que los palos que la sostienen clavada a la tierra parecen querer salir caminando. Ahora voy frenando tirada para atrás con el pelo que apenas acaricia el suelo, con la idea de colgarme así boca abajo, pero por mas tiempo y en la trepadora amarilla. Colita enroscada me hace compania con los ojos cerrados.
La línea de horizonte se mueve a ritmo pendular. Como polos opuestos reclaman igual protagonismo los cimientos de la prefabricada y la linea de pinos que dan a la ruta. Por fin mi cuerpo queda quieto, en falso equilibrio.
Las orejas frias dejan entrar una voz sincopada con el viento. Bajó la luz. Algunas matas pasan rodando en viaje vertiginoso vaya a saber una persiguiendo que final, quizás sólo persiguiendo la propia muerte.